EL GOLPE DE IL PASSATORE |
En el lugar había aquel día representación teatral, e il Passatore, siempre genial, se propuso sacar el mejor partido de esa circunstancia. Llegó al pueblo de atardecida, y su primera ocupación fue poner a buen recaudo a todos ios alguaciles de la plaza. Hecho esto, irrumpió en el teatro en plena representación, subió al tablado y desde allí, ante el estupor del público, leyó una lista de personas, a todas y cada una de las cuales "rogó" que se dirigiesen a sus respectivos hogares y volvieran con la suma o rescate asignado a cada cual. Los interesados — qué remedio— obedecieron sin chistar, y en tanto regresaban, il Passatore, como si tal cosa, ordenó a la orquesta que interpretase música bailable para amenizar la espera.
El festejo se prolongó sin incidentes hasta bien entrada la noche, y a esa hora, colmadas las alforjas con 7.000 escudos y abundante caudal de joyas y objetos preciosos, i'/ Passatore y los suyos se despidieron del "respetable" con exageradas expresiones de cortesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario