domingo, 18 de marzo de 2012

EL HÉROE PETRIFICADO


EL HÉROE PETRIFICADO
ctima de una congestión cerebral, el día 11 de marzo de 1 872 dejaba de existir en Pisa Giuseppe Mazzini, abogado, pensador y político italiano, cuya vida, entregada por entero a la unificación e independencia de su patria, conocería las más arriscadas peripecias.

Republicanista furibundo, hubo de exiliarse varias veces, primero en Francia, luego en Inglaterra, huyendo de la persecución de los moderados realistas. El Presidente del Consejo, conde Ca-vour, no le conocía personalmente cuando he aquí que un día, a instancias del embajador británico, accedió a recibir a cierto "subdito inglés", quien le habló con tal dominio y autoridad de los problemas italianos que el conde, asombrado, acabó por decir:

— Caballero, manejáis la política como Maquiavelo y habláis nuestra lengua como Manzoni. Si yo tuviese un compatriota así, ahora mismo le cedería la Presidencia del Consejo.

— Si tuvierais a un compatriota como yo —repuso sonriente el visitante, mientras disponiéndose a salir depositaba una tarjeta sobre la mesa de Cavour—, hoy mismo le haríais fusilar.

La tarjeta decía simplemente: Mazzini.

Pero andando el tiempo Mazzini, suavizaría sus radicalismos hasta avenirse mal que bien con la forma monárquica de gobierno. Para entonces era ya una figura venerable en el sentir de muchos italianos. Tanto que no bien fallecido, el doctor Gorini, brujo de la petroquímica, pidió permiso para petrificar el cadáver. El hecho no tenía antecedentes, y cuando 8 días después, el 1 8, se hizo público el éxito de Gorini, el revuelo fue enorme. Se pedía al científico que revelase su secreto. Pero Gorini, asustado de su propio logro, manifestó:

— Imposible. Si lo hiciese, dentro de cien años habría más estatuas en el mundo que criaturas vivientes.

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