LUIS XII DE FRANCIA, "PADRE DEL PUEBLO" |
— ¡Los que tengan miedo —solía gritar a sus soldados— que se coloquen detrás de mí!
Cuando, poco después, de acuerdo con Fernando el Católico, quiso apoderarse también del reino de Nápoles, no le sucedió lo mismo. Al principio, la acción combinada de sus ejércitos se desarrolló en buena armonía, pero pronto estalló la discordia entre ambos aliados y Luis llevó la peor parte. Derrotado sucesivamente en Ceriñola y Garigliano por los tercios de Gonzalo de Córdoba, hubo de pedir la paz. Antes de abandonar el país, sin embargo, ofreció a su victorioso adversario un banquete, al que invitó a Gonzalo de Córdoba. Y como éste, respetuosamente, declinase el honor, Luis se volvió a Fernando para decirle:
— Mande Vuestra Señoría al Gran Capitán que se siente, que quien a reyes vence, con reyes merece sentarse.
Era así Luis XII: pundonoroso, valiente y amante de sus subditos, de los que mereció, con justicia, el sobrenombre de "Padre del pueblo".
Al saber que el cancelario de Borgo-ña, Nicolás Paulino, hombre de una rapacidad desaforada con sus arrendatarios, se disponía a costear un asilo destinado a los menesterosos, comentó con sarcasmo ante el propio benefactor:
— Justo es que quien tantos pobres hizo les procure casa donde acogerse.
Murió el 1 de enero de 1515.
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